Uno de estos personajes fue el "hombre de los pirulís.." que hoy os muestro en los siguientes fotogramas de 1965.
Su palo de madera artesanal , -pintado con un blanco desgastado por el uso y los agujeros a duras penas consistentes- estaba coronado de un un reclamo para todas y todos los guajes de una época. Su mercancía eran los "pirulís de la Habana.." que publicitaba con toda la voz que sus años y su garganta podían.
Los pirulís de caramelo eran totalmente artesanales. Envueltos en papel vegetal y con los recambios en una caja de pimentón , iba de aquí para acá buscando la clientela que no quitaba la vista a lo alto del palo.
Los pirulís de caramelo eran totalmente artesanales. Envueltos en papel vegetal y con los recambios en una caja de pimentón , iba de aquí para acá buscando la clientela que no quitaba la vista a lo alto del palo.
En mi memoria lo sitúo principalmente en dos sitios de Gijón ; El parque de Begoña y la playa se San Lorenzo.
Siempre con su boina, su chaqueta ,sus canas y sus años....
Al ver las imágenes de la entrada de hoy , (año 1965), con razón lo tengo en el imaginario de ser un señor muy, muy mayor.
Mis últimos recuerdos quizá sean de los años 70, ¿mediados?.
Quizás los lectores puedan aportar más datos.
La imagen de ilusión de la niña , o de indecisión por escoger el pirulí adecuado, sería la que todos mostramos más de una vez ante este agujereado palo.
Los pirulís creo que costaban 1 peseta y lo diferenciador de los mismos eran las vetas o dibujos difuminados que conseguía al mezclar los componentes del mismo.