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fondo Patac |
Nuestra querida playa de San Lorenzo en bajamar a comienzos del siglo XX. Era la época de los baños de ola y las del "sábanu", esto es las personas que envueltas en sábanas, como fantasmas, iban a las seis de la mañana a meterse en el Cantábrico cogiéndose de las maromas (las cuerdas que estaban a modo de salvavidas, colgando de la orilla hasta el interior del mar)
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fondo galicana
Toda una referencia para los gijoneses y sorpresa para los visitantes es nuestra playa. De ella salían dichos de todo tipo : "vete a cagar a la playa; y si no te gusta, a la Atalaya" o textos más descriptivos como éste de Víctor Labrada : "La playa, temida y abandonada hasta entonces, pasa a ser un gran negocio del que obtienen remuneradores beneficios los propietarios de casetas, bañeros, barquilleros, vendedores de muñecas de cartón y revolviese de colorines, puestos de anisados, y del hombre que , botijo al hombro, voceaba el refrescante pregón de "agua de limón fría como la nieve"
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Leí alguna vez sobre las gentes del sábanu, que venían de la meseta en tren a darse esos baños de ola, agarradas a la maroma y muertas de miedo dentro del agua.
ResponderEliminarY también lo de darse los nueve baños de septiembre, que sería muy bueno para la salud, que no sé si es superstición, tradición gijonesa o tendrá razón de ser, que si la temperatura tal, o que si hay más yodo en el agua. Bueno, muchos tratamientos de balneario tienen duraciones parecidas, de diez días o dos semanas.
Esta semana una asociación de mujeres recordaba los baños de ola de septiembre, vestidas en trajes de baño de hace un siglo. Y comentaba estos días el asunto en el periódico un paisano que decía, que hacía unos años que ya no iba a los baños de septiembre, pues en su última vez pisaba colillas, restos del carbón y porquerías en la arena, se encontró con restos como compresas en el agua y al salir del baño con la piel sucia de aceitillos, cogió dermatitis y se le quitaron las ganas de repetir más años.
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