Uno de estos personajes fue el "hombre de los pirulís.." que hoy os muestro en los siguientes fotogramas de 1965.
Su palo de madera artesanal , -pintado con un blanco desgastado por el uso y los agujeros a duras penas consistentes- estaba coronado de un un reclamo para todas y todos los guajes de una época. Su mercancía eran los "pirulís de la Habana.." que publicitaba con toda la voz que sus años y su garganta podían.
Los pirulís de caramelo eran totalmente artesanales. Envueltos en papel vegetal y con los recambios en una caja de pimentón , iba de aquí para acá buscando la clientela que no quitaba la vista a lo alto del palo.
Los pirulís de caramelo eran totalmente artesanales. Envueltos en papel vegetal y con los recambios en una caja de pimentón , iba de aquí para acá buscando la clientela que no quitaba la vista a lo alto del palo.
En mi memoria lo sitúo principalmente en dos sitios de Gijón ; El parque de Begoña y la playa se San Lorenzo.
Siempre con su boina, su chaqueta ,sus canas y sus años....
Al ver las imágenes de la entrada de hoy , (año 1965), con razón lo tengo en el imaginario de ser un señor muy, muy mayor.
Mis últimos recuerdos quizá sean de los años 70, ¿mediados?.
Quizás los lectores puedan aportar más datos.
La imagen de ilusión de la niña , o de indecisión por escoger el pirulí adecuado, sería la que todos mostramos más de una vez ante este agujereado palo.
Los pirulís creo que costaban 1 peseta y lo diferenciador de los mismos eran las vetas o dibujos difuminados que conseguía al mezclar los componentes del mismo.
Y como sabian, a gloria vendita, madre que recuerdos teniamos menos que los niños de ahora, pero como disfrutabamos todo.
ResponderEliminarDesde luego, aparte del buen sabor, eran los mejores amigos para la caries.
ResponderEliminaresti paisanu poniase en los cines que entonces había,el roma ,el robledo y el maria cristina fai muchos años
ResponderEliminarsi mal no recuerdo sería por el 1968 aproximadamente también en la entrada de los cines goya que estaba en Begoña, lo que hoy es un hotel, y el cine avenida que estaba en la calle Álvarez garaya (no se si se llama así ahora)
ResponderEliminarsoy gelu naciu en xixon fai 60 años ( la tecnología de ahora nun se me dá muy bién
soy de la época de echar fiches en les cabines de teléfonos)
si de algo que recuerde de la época y puedo ayudar taré encantau
Gracias Gelu por tus comentarios y tu ofrecimiento. Sin duda el hacer comentarios en las entradas hace que entre todos conozcamos mejor el Gijón de antesdeayer. Un saludo.
EliminarVivía en Ramón y Cajal era vecin miu, ponía el palu cargau de pirulis, en la ventana pa que enfriaran y luego ponía el papel.
EliminarYo de lo que me acuerdo ye de ese olor a mar alla por el mes de agostu, bien entrada la tarde, olor a sardines de la rula, calamares fritos, ay no sigo que toy faziendo una dieta, un taluegu.
ResponderEliminarTengo algunos recuerdos del hombre de los pirulíes pero dado que siempre fui poco de caramelos, no prestaba atención y son difusos. Ni siquiera de aquellos caramelos que vendían en el rastro, si la memoria no me falla con el "oiga oiga, caramelo de miel y menta" que recitaba el tío... En general algún barquillo de tarde en tarde, cuando veías al barquillero por la zona de San Miguel y tu madre accedía a comprarte uno.
ResponderEliminarGracias por tu comentario....la verdad es que los pirulís eran de lo más dulce. No recordaba lo de la miel y la menta ...
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ResponderEliminarFresa menta, limón naranja, chocolateeeee. Me acuerdo perfectamente del pirulero a la puerta del cine Roma pregonando su mercancía. 1 pirulí 1 peseta; y que ricos sabían.
ResponderEliminarEl pirulero con su poste de pirulís por Begoña, y el barquillero y el heladero en el parque, los domingos por la mañana. Luego tapas de tortilla y croquetas que ponían a los padres alternando por Corrida y centro. Y aún comíamos después con buen hambre en casa.
ResponderEliminarYo recuerdo los bocadillos de calamares del "caballito" en Begoña, frente al Jovellanos. Estaban de moda las freidurias.
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