Corría el verano de 1966 , cuando el 24 de Agosto iba a suceder en Gijón un episodio como menos curioso, y que fue muy comentado en nuestra ciudad. Nada menos que tres tigres se escaparon del Circo Monumental que estaba instalado en unos terrenos de la Avenida de Fernández Ladreda.
Estos fueron los hechos; el mozo del circo dio de comer a las fieras, pero se olvidó de poner el seguro del cierre. Tres de los tigres se escaparon y dos de ellos se dirigieron a un prado colindante y fueron capturados poco después por el domador y algunos empleados. El tercero, llamado "Chicant" de 4 años, siguió por la Carretera del Obispo y al ver una casita de planta baja, con una ventana abierta, saltó por ésta y se precipitó en el interior de la vivienda correspondiente al número 27.
En el interior de la vivienda se encontraba una señora de 81 años que tenía algún problema de visión y que al ver saltar al tigre pensó que era un perro. Le llegó a pasar la mano por el lomo diciendo "qué perro más bonito!". El tigre no le hizo nada y al recorrer la casa sólo reaccionó al verse reflejado en un espejo lanzando un zarpazo y dejando su marca junto al espejo. Se dirigió entonces a una habitación en la que se acostó sobre una cama.
Al lugar llegó la policía, Guardia Civil y el domador Roland Prim con dos pistolas...Éste se introdujo en la habitación y con un palo mantuvo la atención de la fiera en tanto llegaron empleados con una jaula móvil que se aplicó a la ventana por donde la fiera había saltado.Aquí acabó la aventura de "Chicant", tigre valorado entonces en 55.ooo pesetas.
Esta noticia recuerdo que me la comentó mi padre más de una vez y siempre la tomé como algo más cercano a la leyenda ....hasta que la puede confirmar.
Casualmente en aquellos días se proyectaba en el Hernán Cortés la película "Un león en mi cama"....paradojas y casualidades....
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