Queridas amigas y amigos del blog , os traigo hoy un ejemplo comparativo (tipo "coca cola" & "pepsicola") ,de como algunos elementos del entorno se puede parecer "bastante". En este caso, los elementos a los que aludo son dos estatuas. En la foto superior izquierda , tenemos a Alfredo"el Grande",
http://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_el_Grande en su estatua de Winchester Reino Unido. A la derecha -el no menos grande- Don Pelayo
http://es.wikipedia.org/wiki/Don_Pelayo en su estatua de Gijón Principado de Asturias. Ambos pesos pesados no sólo lo eran por el material del que estaban hechos , sino por la "polémica "que hubo en nuestras calles gijonesas con "el parto" de don Alfredo.
Os transcribo el texto de 1902 que- bajo el título LA ESTATUA DE PELAYO PLAGIADA EN INGLATERRA-se publicó en el Comercio el 18 de marzo....
" Diez años hace que el excelente escultor residente en Gijón don José Mª López tuvo la satisfacción de ver su estatua de Pelayo colocada sobre el pedestal de la plaza del Marqués. Habiéndose erigido en Winchester, el septiembre último, una estatua de Alfredo el Grande debida al cincel de Thornycroft, notable escultor inglés, nos parece oportuno comparar las sospechosas analogías de los dos reyes. Ambas estatuas tienen el brazo derecho levantado en alto mostrando al mundo la cruz, símbolo del cristianismo: Pelayo muestra la cruz de la Victoria y Alfred la de la espada. Los dos reyes sujetando con la izquierda el escudo colocado al mismo lado y en análoga posición, muestran actitud de marchar adelantando la pierna izquierda; uno parece que traspone los Pirineos cantábricos y marcha hacia Granada , el otro pisa la costa del continente.
En cuanto a la ejecución, la obra del escultor gijonés nos parece que aventaja a la Thornycroft. Este concentra toda su atención en darle al rey un aire severo, arrogante, imperial, descuidando lastimosamente todo lo demás; aquél cincela un rostro guerrero suavizado con una tierna expresión de dulzura y seriedad que admira.
López , latino, cincela como el escultor de una raza de artistas; Thornycroft, sajón, como el escultor de una raza de gigantes.
No deja de ser coincidencia feliz el que diez años después de que se erigiera la estatua de Pelayo apareciera en Winchester la de Alfredo el Grande. Y la calificaríamos de feliz pues se nos antoja que , de haberse invertido las fechas, los que en España siempre dudan de todo hallarían ocasión para calificar de plagiario al autor de la estatua del monarca godo.
Terminemos apuntando que por la obra del escultor señor López sólo satisfizo el Ayto. de Gijón la enorme cantidad de seis mil reales....
¿A cuantas libras ascendería el costo de la obra de Míster Thornycroft?"
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