
El Grupo Cultura Covdonga en los setenta. Aquí aprendí a nadar y fué lugar habitual de quedar con los amigos. No se aprecia en la foto el gran trampolín que estaba a la derecha y que fué derribado, desde el cuál era toda una proeza tirarse a la piscina -desde la segunda altura-. A raíz de la polémica subida lineal de 5000 pesetas a los socios a finales de los setenta dejamos de serlo, en fin ahora está todo muy cambiado y lo que se ve en la foto está cubierto.
Recuerdo a un porterín que tenía muy mala leche, cada vez que pedía el carnet parecía que ibamos a cruzar el telón de acero. Aquel hombre iba en vespino roja, tenía un ojo medio "a la virulé" y era notablemente cojo.