Ahora que se acerca la S.Santa el recuerdo de los dulces de esta época , los huesos de Santo, me hacen rememorar alguna de las confiterías que han pasado a la historia en Gijón. Una de las más céntricas y que no hace tantos años cerró, era la Confitería Alonso. Su estética exterior e interior tenía el encanto de haberse quedado anclado unas décadas atrás en el tiempo, y el trato que daban a la clientela era el modelo de los viejos negocios de Gijón difícilmente asumibles por las Grandes Superficies.Se podía ver con la llegada de los bollos de Pascua sus tartas y construcciones de chocolate, pobladas por los protagonistas en plástico de muchos de los mitos de los niños ; personajes de Walt Disney, futbolistas, pitufos .....y de repente como impeturbables al tiempo , esos pollitos amarillos que ya de niños muchos veíamos en estos bollos y que volvían otra vez a estar presentes junto al chocolate.
El espectáculo de las confiterías con su producción artesanal cada vez se va reduciendo más a unas pocas en Gijón.
La imagen corresponde a los años setenta y podréis ver los muñecos del escaparate ¿tendrían caramelos dentro..? que tan pronto representaban a una enfermera como a un policía o un gaitero asturiano.
Para despedirme , recordar como mi pastel preferido de la C.A. ," los semáforos".
