No hace muchos años que desapareció la céntrica librería Cervantes de Gijón. Sita en pleno centro comercial de la calle Corrida era el refugio ideal en días de lluvia y refugio más que ideal para los amantes de los libros. Solía ser de los primeros sitios en los que "escaparateaba" en sus amplios escaparates, buscando libros interesantes de Asturias, Gijón e historia -en el escaparate de la izquierda- o de libros de corriente técnica ; motores, arquitectura - en el escaparate de la derecha-.
Cruzar el umbral de su puerta y observar la distribución de la librería, su mostrador... era como retroceder a otra época .Este sentimiento aumentaba al respirar ese olor que encontramos en las viejas bibliotecas o librerías de viejo.Un aroma que confunde la veteranía de las encuadernaciones con el papel de diferentes orígenes y todo ello, sazonado con el valor que la madera ya añeja traslada al olfato de los clientes.
Era estrecha pero alargada , como será sin duda la memoria que dejará en el recuerdo de muchos gijoneses que la tuvieron como referencia.